Hierro
Hecho para tu sangre y tu energía.
Creen que soy pesado, pero por tu cuerpo fluyo ligero.
A pesar de lo que puedas imaginar, no soy un metal duro e imposible de trabajar. ¡Al contrario! Soy todo un encanto. Un mineral ligero, adaptable y servicial. Me gusta ayudar a otros, por ello apoyo al oxígeno para que llegue a cada rincón de tu cuerpo. Es a través de mi producción de hemoglobina y mioglobina que aquello es un hecho. También me encargo de la formación de algunas hormonas, tejido conectivo, enzimas y proteínas que te permiten seguir con tu día. Para mí es un deleite darte una mano. Sin embargo, cuando se fluye con tanta facilidad, la cautela es esencial. Mucho o poco de mí puede afectarte y un malestar es algo que no quisiera causarte. Tomemos en cuenta lo que necesitas - dependiendo tu sexo y edad -, para que la falta de energía no te vaya a frenar ni mucho de mí te vaya a cansar.
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